La chaqueta como un lienzo de pesadillas, los pantalones cagados a brochazos. Y esa escopeta... ¿qué coño?". Pero qué sabrán ellos del ruido sordo del asfalto, de las noches donde las paredes vomitan colores. Uno se viste como se siente, ¿no? Y a veces, uno se siente como un grafiti en un callejón oscuro, gritando sin que nadie entienda una mierda. La escopeta... bueno, es un adorno, un chiste malo. Como la vida, supongo. Te la venden como algo peligroso, pero al final solo sirve para colgarla en la pared y que los idiotas pregunten. Así que sí, vendo esta mierda. Para el que se atreva a llevarla. Para el que entienda que a veces, la única forma de no desaparecer es vestirse como si el mundo fuera a acabarse mañana.

PRECIO: 120 €

A esta chaqueta alguien le echó encima un montón de mierda. Letras rojas chillonas, como si un crío borracho hubiera vomitado pintura. Un conejo raro con los ojos en cruz, como si hubiera visto demasiado. Telarañas blancas por ahí, como si llevara años olvidada en un trastero.

No es elegante, claro. No es para ir a cenar con la puta de tu jefe. Es más bien para cuando te importa una mierda dónde vas y quién te mira. Para cuando alcances el nirvana.

Alguien la pintó así. Alguien sintió la necesidad de ponerle toda esa basura encima. Igual estaba tan jodido como tú o como yo. Igual solo quería dejar su marca, aunque fuera en una puta chaqueta.

A lo mejor esta chaqueta la pinté yo.

PRECIO: 150 €

Es para la noche, para los callejones donde la luz no llega. Es una declaración, un puñetazo en la cara. Si te la pones, prepárate para que te miren como si fueras la razón por la que el mundo se va a la mierda.

Y tal vez sea así. 

Tal vez seas esa persona

PRECIO: 50 €